Cuando
alguien pregunta: ¿Cuál es el arma más potente que existe en este
mundo? A muchos le vendrá en mente una bomba atómica o un arma de
destrucción masiva. Vale, son muy destructivas, pero no mucho más que el
sentimiento que nos mueve a usarlas. No es otro sentimiento que el
ODIO.
Odio. Algo tan primitivo e instintivo pero a su vez algo que si no se sabe controlar puede resultar ser el arma más mortífera y destructiva que todos los artificios inventados por el ser humano.
No es sino la cuna de las salas de tortura, de las armas de fuego, las bombas atómicas y un largo y escalofriante etcétera.
Dicen que la única forma de vivir en armonía es la paz, pero para que ésta exista primero tiene que predominar sobre el odio, arrancar el odio de este mundo.
*Lenore Lenoir*
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