lunes, 30 de noviembre de 2015

Actos ¿feministas?

Cada vez que entablo un debate sobre feminismo, me he dado cuenta de que los argumentos en contra del mismo se repiten hasta la saciedad, llegando a resultar tedioso decir las cosas una y otra vez con la mayor claridad posible para que al final se sigan tergiversando mis palabras.
Este espacio irá dedicado exclusivamente a supuestos actos o situaciones que, según los detractores del feminismo, favorecen a las mujeres y son vistas con ojos cómplices por las feministas. Mi intención es desmontar esa creencia de que son conductas que nos benefician y demostrar que, lejos de favorecernos, nos perjudican. Quiero aclarar también que yo no estoy a favor de las cosas que voy a contar a continuación, y tampoco lo estaría ninguna feminista medianamente formada en el tema. Sin más dilación voy a proceder a enumerar los argumentos que siempre han salido a la luz.

1. La entrada gratis a las discotecas si eres chica. En primer lugar aclarar que esto no es 100% cierto, pues depende en gran medida de la discoteca y la hora que vayas. Hace mucho tiempo que no piso una (vaya, y yo desaprovechando este megaprivilegio de quedarme sorda con una música de mierda y ser molestada por hombres que no me interesan en absoluto, sin pagar. Guau), pero cuando iba he encontrado de todo: desde discotecas donde las mujeres no pagaban durante toda la noche, lugares donde no pagabas hasta una hora determinada, hasta locales donde sí tenías que pagar como todo hijo de vecino.
Ahora bien, si te preguntas por qué las mujeres entran gratis en muchas discotecas (que no en todas, como ya he aclarado), llegarás a una conclusión nada halagüeña y mucho menos feminista: la cosificación de la mujer, reducirla a mero ganado para el deleite de los hombres que acudan allí. Estos locales utilizan a las mujeres como reclamo para los hombres que van con el fin de encontrar a alguna con la que tener sexo, y para ello las atraen primero con entrada gratuita e incluso bebida por cuenta de la casa (en una de las ocasiones que pisé uno de estos recintos nos regalaron una botella de alcohol a mis amigas y a mí, pero a mi pareja de aquel entonces y otro chico que estaba con nosotras no le dieron vaso y el propio camarero nos dijo que a ellos no les diéramos bebida).
Este tipo de publicidad no es nada nuevo, pues ya nos bombardean constantemente con portadas de anuncios mostrando a mujeres semidesnudas o convertidas en objetos (claro, es que sólo compra el hombre heterosexual, que es el que tiene "la pela"); pero sí, a las feministas nos parece estupendo que se nos trate como un trozo de carne clavado en un anzuelo a la espera de que pique algún macho.

2. La custodia completa de l@s hij@s para la madre en caso de divorcio y pago de pensión del padre. Otra cosa muy, muy feminista es el de recaer todo el peso de la educación y crianza de l@s hij@s en una misma persona (en este caso, en la mujer) y obligarla a depender económicamente de otra. Estar 24/7 pendiente de personas que están a tu cargo dificulta mucho encontrar trabajo y, en caso de encontrarlo, que te admitan teniendo hij@s es casi un milagro teniendo en cuenta las declaraciones de algun@s empresari@s que tratan de evitar las contrataciones a mujeres en edad de tener hij@s.
Sí estoy a favor de la custodia completa si resultara perjudicial compartirla con el padre (en caso de maltrato, abusos, abandono, etc), pero por lo demás abogo por la educación y convivencia compartida, pues es responsabilidad de padre y madre, no sólo de ésta exclusivamente.
Si mal no recuerdo, en España se suele dar preferencia a la madre en la patria potestad, pero se puede regir un calendario de visitas o llegar a un acuerdo entre los progenitores. Esto suele ser lo más frecuente salvo, como expliqué más arriba, supuestos que pudieran ser perjudiciales para los menores.
En cuanto a lo de la pensión, no existe una cuantía fija e inamovible, se adapta a la capacidad económica del padre (dando siempre por hecho que él posee más nivel adquisitivo que la mujer) y si no puede pagar nada, pues no desembolsa nada.

3. "Cuando un hombre pega a una mujer se considera maltrato y te envían a la cárcel sin pruebas, pero si una mujer pega a un hombre, no pasa nada." Aquí hay que ir por partes.
Primero: por el hecho de pegar a una mujer NO se considera violencia de género. Para ello debes ser o haber sido la pareja de esa mujer y agredirla por el mero hecho de ser mujer, a modo de sometimiento.
Segundo: Si no hay pruebas de violencia, no hay condena. Eso ocurre en cualquier delito, sin excepción. Ah, y si es tu primer crimen y la condena no supera los dos años de prisión, quedas en libertad.
Tercero: Si una mujer pega a un hombre y éste presenta pruebas fiables (un parte médico, testigos...), ella será condenada, pero supongamos que quienes afirman esto estuvieran en lo cierto y añadimos a eso la burla que recibe el hombre que es golpeado por una mujer. Sí, esto último sí es verídico: aquellos que son maltratados por sus novias o simplemente les pega una fémina no son tomados en serio y reciben, entre otros, el apelativo de "maricona" o "calzonazos". ¿El motivo? A nosotras nos ven débiles, incapaces de causar daño físico a un hombre; en caso de hacerlo, el varón pierde su hombría por no haber logrado defenderse o haberse quejado de dolor por un puñetazo propinado por una mujer.
Ah, y aclarar que yo estoy totalmente en contra de cualquier tipo de violencia, sin importar quien la lleve a cabo (salvo que sea por defensa propia).

4. Más tiempo de baja por maternidad en el trabajo. Para alguien que esté descontent@ con su trabajo le puede parecer un chollo, pero lo cierto es que esa baja no son precisamente unas vacaciones. Es un permiso que te conceden como consecuencia del nacimiento o adopción de un/a hij@ para que puedas dedicarle más tiempo en sus primeros meses de vida, algo totalmente maravilloso para quien disfrute de esa maternidad pero... ¿y la paternidad? ¿Por qué la baja que solicita un padre es mucho menos duradero? ¿Acaso no es igual de capaz de cuidar de su retoño?
Como ocurre con la custodia a la mujer en caso de divorcio, aquí también se lee entre líneas que la educación y mantenimiento de la descendencia recae casi exclusivamente en ella y da a entender que la figura paterna prácticamente ni pincha ni corta más allá de la manutención económica.

5. "Cuando un hombre os paga las cosas, seguro que las feministas no os quejáis." Obviamente yo no soy nadie para decir a las demás personas en qué gastar su dinero, pero sí manifiesto mi disconformidad cuando pretenden pagarme siempre las cosas. Si salgo con mi pareja, ya sea a tapear, a tomar un helado, o lo que sea, decidimos lo que paga cada un@ (bien a medias o bien invitando al otro a algo).
La cuestión es que la idea de que sea el hombre quien invite está aún muy arraigada en nuestra sociedad, pues incluso los más jóvenes (que empiezan a tener sus primeras parejas) están convencidos de que ellos son quienes tienen que invitar a las chicas. Es decir, permanece la mentalidad de que el hombre es quien tiene el poder adquisitivo y la mujer es la mantenida por aquél. 

Finalmente, los dos últimos puntos no son exactamente argumentos para atacar el feminismo, pero dan igualmente un mensaje aparentemente benévolo para las mujeres y, si nos fijamos más allá de la punta del iceberg, muestran una realidad muy distinta.

6. "Hay que respetar a las mujeres porque tu novia nació de una mujer y ésta dará a luz a tu hija." Aquí se plantea la idea de que todas las mujeres del planeta deben ser respetadas. Hasta aquí más o menos bien, aunque no estoy del todo de acuerdo en mostrar respeto incondicionalmente a todo el mundo sin habérselo ganado previamente; aparte de esto, el quiz de la cuestión es en lo que viene a continuación: hay que respetar porque son o serán madres.
Mi pregunta es: si una mujer decide no tener hij@s o no puede tenerlos, ¿merece ser repudiada?
¿Acaso la capacidad de engendrar es lo único que convierte a una mujer en respetable?

7. "Las mujeres son un regalo que nos dio Dios y hay que tratarlas bien." Ojo, una mujer no merece ser tratada en condiciones porque sea también un ser humano, un ser vivo, sino porque somos un regalo para el hombre. Me pregunto si Dios le presentó a Adán su compañera Eva envuelta en un paquete o simplemente con un lacito atado al cuello.

Espero que haya quedado un poco más clara la verdadera intención tras estos gestos de aparente buena voluntad y que se haya desmitificado un poco el descrédito que se ha generado en torno al feminismo.


*Lenore Lenoir*


Yo no soy machista

"Todas putas." 






"La violencia no tiene género." 






(Traducción: "Diviértete. Pega a tu mujer esta noche.")



"Mueren pocas."



"Cuando una mujer dice NO, en verdad dice SÍ." "No pidas permiso, lánzate."



"Si no te respetas, no esperes que los demás lo hagan."






(Traducción: "Sé una señorita, no una puta.")


"Ya desde pequeñas las visten como putas."




 (Bikini con relleno para niñas. Vendido en Carrefour)


"Si te violan es tu culpa."






"PERO YO NO SOY MACHISTA, QUE CONSTE" 


("No soy machista, que si no las zorras se cabrean")



*Lenore Lenoir* 
 

miércoles, 25 de noviembre de 2015

El feminismo de antes era el bueno

“El feminismo de antes era el bueno, no como el de ahora que sólo busca una revancha contra los hombres.”  

Cualquier feminista habrá escuchado o leído esa frase en algún momento, tanto por parte de otras mujeres como por parte de hombres. Lo curioso es que nunca queda claro a qué se refieren con ese “verdadero feminismo”, en qué momento pasamos de ser unas respetables feministas que abanderamos la igualdad a ser unas peligrosas feminazis genocidas y cortapenes.

Visto así, parece que hay derechos tan básicos y sería ilógico pensar que estas feministas, que razonablemente solicitaban el voto, iban a querer una revancha. Eso sí era feminismo de verdad y lógico, no como ahora que quieren ser superiores a los hombres y vengarse.

Feminismo real era cuando Olympe de Gouges (1749-1793) clamaba un lenguaje inclusivo con su “Declaración de Derechos de la Mujer y de la Ciudadana”, frente al “””masculino genérico””” que excluía a las mujeres en la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. No como esa tontería del “elle” o decir “nosotras y nosotros” en cada discurso, si con el masculino ya se da por hecho que engloba a todo el mundo.

Feminismo auténtico era el de Mary Wollstonecraft (1759-1797) cuando dijo en su obra “La vindicación de los derechos de la mujer” (1792) que las mujeres también debían ser tratadas como seres racionales; no esa chorrada de “Feminismo es la noción radical de que las mujeres somos personas”.

Una feminista de verdad es, por ejemplo, Alexandra Kollontai (1872-1952), defensora del sufragio femenino y al mismo tiempo del divorcio, el amor libre y el derecho al aborto; no como las feminazis de ahora que proclaman follarse a to’ quisqui a diestro y siniestro y abortar cada dos por tres.

Un feminismo respetable era cuando se agrupaban las mujeres en espacios donde compartían sus problemas y los reivindicaban (ya se sabe, lo personal es político). Ahora se congregan en espacios no mixtos y a saber de qué hablarán para no dejar participar a los hombres; seguro que planean su exterminio mientras hacen rituales satánicos y danzan en aquelarres.

Es que las feminazis de ahora no se sabe de dónde han salido, porque no tienen nada que ver con las feministas buenas, las de antes, las que consiguieron por mí derechos que ahora disfruto y doy por hecho que siempre tendré. Lo de las feminazis de hoy día ya no tiene sentido, porque ya vivimos en igualdad, esos derechos (el voto, reconocimiento legal de la igualdad, poder acceder a la universidad y a cualquier trabajo) ya están conseguidos y no van a desaparecer. ¿Para qué querré yo poder decidir si depilarme o no, o que se reconozca el delito de feminicidio si mi novio no me ha pegado nunca, o que dejen de acosarme por la calle? Si ya vivimos en igualdad.


*Lenore Lenoir*