domingo, 24 de marzo de 2013

Semana de la Santa Hipocresía

Como puede resultar evidente, teniendo en cuenta las fechas en las que nos encontramos, la entrada de hoy tratará de la Semana Santa. Antes que nada, un AVISO a los creyentes/amantes fanáticos de la Semana Santa: mis dedos no van a teclear halagos sobre esta fiesta, así que absteneos de continuar leyendo a partir de las líneas (que luego vienen los insultos y no digáis que no lo advertí).

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Si estás leyendo esto, querid@ lector/a, eres consciente de lo que te expones y tampoco te gusta la Semana Santa.
Tengo motivos para no agradarme esta festividad. Serán buenos o malos, pero son mis razones, y suficientes.
Algunos me dirán: "pues si no te gusta, no vayas a ver procesiones." Veamos, no se trata única y exclusivamente de las procesiones, aunque entorpezcan el tráfico normal de los transportes y la multitud en las calles resulta más agobiante que de costumbre (y si las calles por las que paseas son estrechas, ya ni hablemos). Es todo lo que acarrea, y toda la hipocresía de ciertas personas se hace más notoria en estas fechas que de costumbre.
Estas fiestas lo que recrean es la muerte del hijo de uno de los dioses que ha creado la humanidad para responder a las preguntas que no entendemos a través de una "coletilla", que responde a todo y nada al mismo tiempo. El hijo de este dios en cuestión tenía la fama de ser un humilde carpintero que iba por ahí curando enfermos y emborrachando a la gente con agua transformada en vino, y dicen también que se sacrificó por todos nosotros, con efectos presentes, futuros y retroactivos.
Resulta irónico que alguien que repudiaba la riqueza y que vestía con harapos sea representado actualmente con figuras ostentosas y vestido con túnicas cuyo valor sólo puede equipararse a las ropas que viste el Papa; que este mismo señor rechazara el poder sobre las personas (o eso dicen) y que exista una gran jerarquía podrida dentro de las hermandades; que él predicara hermandad y paz y existan enfrentamientos entre hermandades, llegando incluso a actuar en contra del otro a mala fe; y un largo etcétera.
Aparte de toda esta falsedad, me parece un tanto macabro representar escena por escena la muerte de una persona (más aún de una persona que ellos mismos creen que existió). Es como si cada vez que muriese alguien, talláramos figuras de la historia de su fallecimiento y las paseáramos todos los años por las calles, con banda de música incluida, para que llame más la atención de la gente. Estoy segura de que más de un aficionado a la Semana Santa se sorprendería si se le mostrara una fotografía postmortem del siglo XIX, e incluso se preguntaría cómo era capaz la gente de aquella época de fotografiar a sus familiares muertos (desde mi punto de vista, me parece más razonable esto último que las procesiones, ya que en aquella época era muy costoso hacer una fotografía, se tardaba mucho en hacer la foto, y a veces ésta era la única forma de poder conservar algún recuerdo de sus seres queridos).
Probablemente en otras circunstancias despertaría en mí una atracción artística de las imágenes, pero después de todo lo que representa y que sea una contradicción a lo que predicaba el personaje, no puedo decir que me guste la Semana Santa.

*Lilith*

martes, 19 de marzo de 2013

Neandertales del siglo XXI

Mi entrada de hoy trata sobre una de las cosas que más me molestan (y creo que no soy la única que se siente incómoda en este tipo de situaciones) y que no es más que una muestra de "inteligencia" primitiva por parte de quienes se comportan así.
Al parecer algunos tíos no nacieron con el noble arte de "ligar" y sus tácticas para impresionar a una chica tienen la complejidad que les permite su par de neuronas, o tal vez eso les sirve en las discotecas y se piensan que todas pasaremos por el aro.
El que sea de mente un poco más avispada sabrá por dónde van los tiros; para quien esté aún un poco despistad@, aclararé lo que quiero decir.
¿Quién no ha sufrido los gritos y berridos provenientes de los típicos trogloditas con escobillas de váter en la cabeza, cuyas 2 neuronas han dado lo suficiente de sí para coordinar su cuerpo para conducir un coche con la música a todo volumen? ¿O quién no se ha topado alguna vez en su vida con un neandertal que se queda mirándote como un vicioso?
¿Tan difícil es acercarte a una persona que te atrae de manera educada e intentar conocerla y ya si eso ver qué pasa?
Si aquéllas son las formas con las que suelen ligar, sinceramente no sé cómo les puede funcionar (si es que funcionan). O hay mucha desesperación, o hay muy poca dignidad.

*Lilith*

sábado, 16 de marzo de 2013

¿Dónde está la democracia?

Trato de entenderlo, de verdad que lo intento. Veo las noticias y escucho a los políticos llenarse la boca con la palabra "democracia". Que si estamos en democracia, democracia esto, democracia lo otro... Pero por más que lo repitan, no quedo del todo convencida.
Ya son tantas mentiras, tantas frustraciones, y un Gobierno de mayoría absoluta no resulta muy alentador. Cada vez que abren la boca es para ordenar más recortes, imponer normas impopulares, privilegiar a cuñados y amigos y putear a los de siempre, a la mayoría. Qué paradoja que siendo nosotros (el pueblo) los que gobernamos seamos los que más jodidos estamos. ¿Realmente es esto una democracia?

*Lilith*

Odio



viernes, 15 de marzo de 2013

Incultura es cultura (Parte 3)




Incultura es cultura (parte 2)



"Yonkis" de Dios



¿Somos realmente nosotros?



No somos nazis, somos feministas.

Después de mucho tiempo sin entrar en este blog, creo que la única forma de librarme de esta escasez de escritura va a ser, qué ironía, escribiendo. Con tantas ideas en mente, pero enredadas como una bobina de hilo, lo mejor va a ser ir desmenuzándolas poco a poco.

Una de las cosas que quería profundizar un poco es el Feminismo, pues no es infrecuente leer últimamente comentarios en las redes sociales donde se denigra a las feministas con calificativos como "feminazis" o expresiones como "Feministas hasta que se casan", donde se refleja una total ignorancia al verdadero significado de feminismo y, en ocasiones, lo confunden con "hembrismo".

Antes que nada, es importante saber diferenciar el concepto de uno y otro término: el Feminismo lo que pretende es lograr la igualdad de derechos entre mujeres y hombres (ante todo somos personas, y deberíamos ser tratados todos como tales, independientemente del sexo); por contra, el Hembrismo es la versión femenina del Machismo, es decir, considerar a la mujer como superior al hombre y tratar a éste como poco más que un felpudo (algo de lo que personalmente estoy totalmente en contra).

Tras esta explicación distintiva hecha de forma resumida y muy por encima, sobra decir que el acto de casarse no es algo contradictorio al feminismo, pues el matrimonio no supone subordinación, ni el hecho de tener pareja deja de ser una mujer completa (no hay que olvidar que también existen los hombres feministas). ¿Acaso las feministas no tenemos derecho a querer a alguien?

También cabe destacar al respecto el dilema relativo especialmente a las pruebas físicas diferenciadas para mujeres y hombres para acceder al cuerpo de policía o de bomberos. Está demostrado que fisiológicamente los hombres están predispuestos a ser más fuertes que las mujeres, pero no por ello puede justificarse que nosotras debamos quedar excluidas de esos oficios. 

Personalmente, no creo que una mujer tenga menos posibilidades de éxito de salvar vidas por el mero hecho de que le exijan menos en sus pruebas físicas de acceso a bombero (o a cualquier cuerpo de seguridad en general) que su compañero masculino, ya que queda compensado con otras cualidades que nos facilita nuestra fisionomía (mayor agilidad en los movimientos, por ejemplo). La fuerza, aunque sea importante para ciertas labores, no tiene valor si no se emplea maña y destreza.

Claramente todas las personas somos diferentes, y a veces son necesarios tratos desiguales para conseguir iguales posibilidades y derechos (qué paradoja), pero en eso consiste la igualdad. 


*Lenore Lenoir*