Ahora es el turno de hablar sobre otro aspecto cultural degenerado a lo largo de los años: la música.
Un
elemento que ha acompañado a la sociedad durante muchos siglos, hoy en
el siglo XXI se está viendo perjudicada, al igual que la mayoría de
elementos representativos de nuestra cultura y patrimonio.
Durante
generaciones ha servido para entretener, para dar ambiente a las fiestas
o reuniones sociales, para expresar emociones y, hace unas décadas, fue
utilizada como un medio más para expresar descontento con aspectos de
la sociedad, tales como la violencia, la guerra, la pobreza...
A raíz
de estos artistas que intentaban transmitir mensajes de paz o libertad
surgieron géneros como el reggae, punk, ska, metal, hip hop...
Desgraciadamente,
muchos de estos géneros se están viendo hoy en día infravalorados como
consecuencia, en gran parte, de la comercialización de la música.
Actualmente,
lo que vende no es aquella música que más mensaje transmita, más bien
al contrario. Se valora más la fachada (un ritmo bailable, pegadizo y,
si hay una cara bonita al frente, mejor) que lo que transmite.
De
estas modas surgieron estilos que, en mi opinión, no deberían haber
salido a la luz (ejemplo "música pastillera" y "reguetún-con-pan", entre
otros). Vale que sean "temas bailables", pero son letras vacías,
carentes de emoción tanto por parte de lo que transmiten como por parte
de quienes las cantan.
O si no, ¿que sentimientos puede transmitir
una canción que diga "parabrisas, limpiaparabrisas" o "estaba felix, el
gato con botas, pero faltaba un gato... el gato voladoooor"?
En otras
cosas, hablan de temas machistas, sexistas, con connotaciones
violentas. Lo más curioso, es que hayan mujeres que defiendan canciones
en las que las ponen de zorras para arriba (lo que llega a hacer una
moda...). Un ejemplo de ello es una canción (no se me ocurre otra
palabra para denominarlo), cuya letra es: "yo quiero que todas me coman
la p***a".
¡Oh! ¡cuánto sentimiento! ¡cuánta cultura derrochada!
seguro
que más de uno me saltará con: pero la música está para bailarla, ¿qué
sentido tiene escuchar una música si no puedes bailarla? (sí, más de una
vez me lo han dicho, refiriéndose a mi amado Metal). Me parece genial
que la música se baile, ¿pero por qué la música bailable está reñida con
el contenido de un mensaje, que transmita unos valores? ¿No puede haber
música bailable que hable de libertad, paz, honradez? A mí no me gusta
sentirme como una gilipollas mientras bailo.
Por otra parte, en esta
vida no se trata sólo de bailar. A mí me gusta de vez en cuando sentarme
y escuchar música por placer, porque me siento plena con canciones de
fondo que me inunden de sensaciones y dejen volar mi imaginación, que me
permiten hacer después otra de mis aficiones favoritas.
Bueno, creo que esto es casi todo lo que quería decir al respecto.
Para finalizar, me gustaría añadir que es una lástima que una persona dedique años de su vida aprendiendo a
tocar una guitarra (cuando digo guitarra hago referencia también a cualquier
instrumento) para que luego le digan que lo que hace es ruido y que
podría hacerlo cualquiera, o que haya entrenado su voz para aprender a
cantar y digan que grita. En cambio, alaben como a un dios a alguien que
enciende un ordenador, cuyo único sonido es el del "atún-con pan". Es
muy triste.
*Lilith*
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