lunes, 24 de febrero de 2014

Educación prostituida

Anoche, durante un debate que mantuve por Whatsapp (sí, esa aplicación demoníaca de vez en cuando aporta cosas buenas) se me ocurrió escribir esta entrada.
El coloquio fue originado por una persona que compartió en Whatsapp una imagen con un texto que decía así: "Wert dice que sobran 20.000 profesores, pero lo que en verdad sobra es un ministro."
Una buena amiga y yo nos mostramos en contra de ese planteamiento, pero antes de que afiles el hacha para despellejarme me voy a explicar, querid@ lector/a.
En España, a diferencia de otros países, hay demasiados profesores. Las aulas de la carrera de Magisterio están abarrotadas, sin contar aquellas personas que aspiraban a ingresar en dicha carrera y se quedaron fuera por diversos motivos.
Es irónico que en un país donde se ha perdido el respeto a la figura del profesor, haya un ingente número de estudiantes que se preparan para ello. ¿Cuáles pueden ser los motivos de esta saturación de maestros?
Por un lado, la facilidad de acceso a la carrera de Magisterio y Educación Infantil. Su nota de corte es de las más bajas de todos los Grados universitarios, y a eso hay que añadir la falsa creencia de que es "fácil". Por tanto, resulta muy atractivo para aquellas personas que no se interesan demasiado por los estudios pero quieren tener algún título universitario de una forma sencilla y sin suponer mucho esfuerzo.
Por otro lado, al tener una nota de corte bajísima, prácticamente cualquiera que hubiera aprobado la Prueba de Acceso a la Universidad (Selectividad) podría ingresar en Magisterio.
¿Qué consecuencias suponen esta realidad?
La principal es la que ya se comentó: un número excesivo de profesores. Esto no sería tan grave si no fuera porque la gran mayoría no lo son por auténtica vocación, la cual lleva a una falta de motivación para enseñar y transmitir conocimientos a sus alumnos. Más que nada el hastío por parte de los estudiantes aumenta porque no se les inculca un interés por aprender y ello desemboca en una mayor tasa de abandono escolar.
Los presupuestos destinados a Educación, en comparación con países como Alemania o Francia, son irrisorios (13.700 millones de euros en Alemania y 1.944, 73 en España en el año 2013) ¿Cómo no va a ser un sistema nefasto? Nos "educan" profesores que están porque buscaron algo "fácil" que estudiar; nos cambian el sistema educativo al antojo del partido político de turno, dejando así mismo su huella ideológica; y administran de mala manera el dinero destinado a la educación creando una enseñanza de peor calidad.
Si cualquier persona pudiera estudiar Medicina y dicha carrera tuviera la fama de ser fácil de aprobar, seguramente nos llevaríamos las manos a la cabeza y pensaríamos: "¿Cómo permitimos que el pasota de turno, ese que mataba el tiempo de clase en el parque fumando porros, tenga nuestras vidas en sus manos?" ¿Por qué no pensamos igual de los profesores?
En países como Finlandia son conscientes de la importancia de formar niños de manera que en el futuro se conviertan en adultos hechos y derechos. Allí consideran que la educación es de suma importancia y no la dejan en manos de cualquiera. Esto se refleja en su nota de corte para acceder a la carrera: un sobresaliente; y en la dinámica del sistema educativo: menor número de alumnos por clase, un horario lectivo adaptado a las necesidades de los estudiantes, padres más implicados en la educación de sus hijos, las leyes educativas las establece el propio centro, la selección de los profesores la realiza el director de cada colegio y no por oposición. ¿La diferencia? El fracaso escolar en España es de un 30%, mientras que en Finlandia es del 0,2%.
Del mismo modo que nosotros queremos ser operados o curados por los mejores profesionales, no deberíamos consentir que el futuro de los niños esté en manos de cualquiera que tenga un papel que diga que es profesor. La educación es la única manera de cambiar una sociedad, y lo que transmitamos hoy a los niños, se reflejará mañana en la ciudadanía.

*Lilith*

lunes, 17 de febrero de 2014

Crítica a "La Metamorfosis", de Franz Kafka

Es el primer libro que ha tocado leer para el club literario del que formo parte y, después de terminarlo, mi sensación ha sido de todo menos indiferente, por lo que considero que este relato es merecedor de una reseña.

Es de extensión breve (se puede leer en una tarde), pero muy rico en contenido y puedes llegar a diversas conclusiones.

Podría decirse que, entre otras muchas cosas, una impresión que tuve mientras leía y no me había sucedido con ninguna otra obra anteriormente fue la de leer e imaginar la figura del protagonista, Gregor, como si hubiese sido escrita en primera persona, en lugar de en tercera.
 Este detalle se torna comprensible cuando sabes que el texto es autobiográfico.

Otro personaje a destacar es el de la hermana de Gregor, Grete. Es, probablemente, la figura que más evoluciona a lo largo de la historia. En mi opinión, me llama la atención, teniendo en cuenta que en aquella época eran muy escasos los personajes literarios femeninos con un papel relevante. En el caso de "La metamorfosis", la hermana adquiere un carácter fuerte y decidido que se acentúa durante el transcurso de la trama, hasta incluso enfrentarse a su propio padre (que una mujer cuestionara a un hombre era algo impensable) y tener sueños y aspiraciones de futuro (estudiar en el conservatorio) más allá de encontrar marido. Tal vez esta actitud podría entrever cierto carácter "feminista" (esta percepción ya depende de cómo lo interprete cada lector/a).

El papel del personaje de la madre de Gregor, por el contrario, carece de relevancia: fiel a su marido y personalidad plana; poco más que añadir.

Respecto al padre de Gregor, es notoria la agresividad que muestra ante el personaje principal; sin embargo, en contadas ocasiones también denota una pizca de cariño hacia la madre y la hermana de Gregor pero, sin duda, el autor quiso expresar su reproche hacia su padre por haberle maltratado, y hacia su hermana, a la cual apreciaba, por haberle abandonado cuando más la necesitaba.

También es reseñable la enorme crítica social que prolifera a lo largo de todo el texto.

Por un lado, carga contra las malas condiciones laborales y el régimen de semi-esclavitud que sufren los trabajadores, los cuales se ven excesivamente controlados en lo concerniente a entradas, salidas, ausencias y falta al trabajo (incluso por enfermedad).

Por otro lado, arremete contra la hipocresía de su propia familia. Gregor había sido el único sustento económico de su casa y el que la mantenía a flote, pero tras sufrir el cambio, se convirtió en algo que le impedía valerse por sí mismo y, por tanto, dependiente de los cuidados de su hermana. Fue entonces cuando su familia, lejos de devolverle el favor y demostrar su gratitud por haber sido mantenida incondicionalmente, lo considera una carga molesta. Incluso hasta tal punto de dejar de verle como un hijo/hermano y reducirlo a un insecto inútil y asqueroso, un lastre para la felicidad de la familia.

En cierta manera esta situación podría extrapolarse a la vida real, a aquellas personas que, por enfermedad o vejez, se ven incapacitadas para valerse por sí mismas y llevar una vida independiente, y sus familiares, considerándoles una carga, los internan en alguna residencia o los someten a malos tratos y vejaciones, como si de apestadas cucarachas se trataran.

Sin duda, una lectura muy recomendable si buscas una lectura rápida, sencilla y con mucho trasfondo para reflexionar.

Por último, y como anécdota curiosa, añadir que el autor se negó en rotundo a que se publicara "La metamorfosis" y no fue hasta 9 años antes de su muerte cuando se publicó (1915), probablemente por insistencia de algún familiar o conocido.

*Lenore Lenoir*

martes, 4 de febrero de 2014

Mitos del feminismo

Hará una semana o algo más me dio por preguntar e investigar qué conocimientos tienen las personas sobre el feminismo y saber cuál es la proporción de respuestas certeras y cuáles son erróneas.
Vista la tremenda desvirtuación del término me he animado a recoger una lista a la que he denominado "mitos del feminismo". La gran mayoría suenan absurdas, pero tristemente lo piensa más gente de la que creemos.
Esta lista ha sido obtenida, por un lado, a través de preguntar directamente o sacando conclusiones de los comentarios que he recibido; y por otro, a través de rebuscar por Internet en páginas, otros blogs, etc.
Pues bien, sin más dilación voy a enumerar cuáles son los principales mitos del feminismo:

     1- El feminismo es el otro extremo del machismo: Éste es el mito más extendido y probablemente la principal causa de la mala prensa que recibe el feminismo y provoca que muy pocos hombres quieran involucrarse en manifestaciones feministas.
Sin embargo, aunque el término pueda inducir a error, no implica el supuesto contrario al machismo. En eso consiste precisamente el hembrismo, es decir, que busca la superioridad de la mujer frente al hombre. El feminismo aboga por la igualdad de derechos entre ambos sexos.

     2- El feminismo sólo es cosa de mujeres: Falso. Para lograr la supresión del sexismo y la discriminación es fundamental que los hombres también se involucren y luchen por esa igualdad.

     3- Las mujeres feministas odian a los hombres: Falso. Odiamos a aquellos que son manifiestamente machistas, y somos conscientes que no todos los hombres son así.

     4- Las mujeres feministas son lesbianas: Falso. El feminismo defiende cualquier orientación sexual, pero eso no implica que por ello haya que ser homosexual.

     5- Las mujeres dejan de serlo cuando se casan: Falso. El matrimonio no debe implicar la sumisión de la mujer al marido ni aparcar tus ideales. La pareja debe cooperar en las tareas del hogar y en un plano de igualdad.

     6- Las mujeres feministas no se depilan, no se maquillan y visten ropa de hombre: Falso. Habrá casos que así sea, pero no tiene nada que ver con el feminismo, sino con la persona y sus gustos estéticos.

     7- No se permite el acceso a los hombres en asociaciones feministas ni a participar en sus actividades: Falso. En primer lugar, decir que ser feminista no necesariamente supone estar implicada/o en política o en movimientos de tal ideología, simplemente basta con pensar y defender la igualdad.
Si nos limitamos al funcionamiento de una asociación, añadir que la igualdad no se logra si mujeres y hombres no nos unimos frente al sexismo, pues éste también afecta a los hombres (por ejemplo: la sociedad impone un "comportamiento masculino" y una "conducta femenina" y quien se desvíe de esos estándares es considerado un maricón/marimacho).

     8- El feminismo no tiene sentido actualmente, porque ya no existe el machismo: Falso. No hay más que ver las noticias de mujeres asesinadas en manos de sus parejas o ex-parejas o violadas (y no se trata precisamente de casos aislados perpetrados por borrachos o enfermos mentales), discriminadas en sus puestos de trabajo, criticadas por la forma de vestir, ser cosificadas en la publicidad y un largo etcétera. Si bien hemos avanzado respecto a épocas anteriores, donde no éramos consideradas ni personas, aún quedan muchos vestigios de una mentalidad machista que se ha perpetuado con el paso del tiempo y hoy trata de perdurar usando métodos menos perceptibles a simple vista pero tan perjudiciales como los que ya conocemos. Precisamente por eso debe seguir luchando el feminismo.

     9- Las feministas son ateas: Falso. Es cierto que la mayoría lo son, pues las religiones son todo lo contrario a lo que proclama el feminismo, pero también hay algunas que creen en alguna especie de deidad sin incurrir en dogmas religiosos.

     10- El feminismo es un movimiento moderno: Falso. Ya en la Edad Media y en la época anterior a la Ilustración existía un "feminismo" (denominado protofeminismo) que, si bien no perseguía la igualdad de derechos, denotaba la presencia de un "inconformismo". No es feminismo como tal, pero podría considerarse como el germen del mismo.

Sé que no es más que otra publicación en un blog sobre este mismo tema y no va a cambiar la mentalidad de la sociedad, pero espero haber concienciado aunque sea a una sola persona y evitar estos prejuicios en el futuro.

*Lilith*