lunes, 16 de diciembre de 2013

Burka social

¿Cuántas veces nos habremos quejado de lo tremendamente machista que es el Islam? ¿Cuántas veces habremos sentido indignación por el uso del burka (que no hijab, ojo) que en determinados países islámicos imponen a las mujeres?
Si la respuesta para ambas preguntas es "muchas" o "bastantes", ¿qué me dirías si yo te dijera que en los países occidentales y "democráticos" también se impone el burka?
Seguramente sería tildada de loca y me rebatiríais con cualquier clase de argumentos. "Aquí podemos vestir como queramos", "No pasa nada por enseñar el cuerpo" y un sinfín más de cosas que se os ocurran.
En parte es cierto: aquí no nos apedrean si no llevamos determinada prenda y podemos vestir "como queramos" entre comillas, porque indirectamente pretenden imponernos un estilo de vestir concreto establecido por las denominadas modas, aunque de una manera más sutil e imperceptible a simple vista.
Pero la triste realidad es que en las sociedades occidentales también existe el burka, sólo que aquí no es un burka material, tangible, es un burka social. La propia sociedad es la que analiza tu forma de vestir y la que juzga según tu aspecto.
Si llevas "demasiado escote" o una falda "demasiado corta" te lapidarán no con piedras, sino con insultos. Te llamarán "puta", "fresca" o "zorra", o bien te dirán que deberías ir más tapada, pues de lo contrario vas provocando y cualquier hombre tendrá pase libre para hacer lo que quiera contigo.
¿Te suena esto? A las mujeres musulmanas que les imponen el burka lo hacen con el pretexto de que no provoquen al hombre; en el mundo occidental no está bien visto llevar según qué prendas para no ir provocando. ¿Casualidad? No lo creo. Vivamos donde vivamos, las mujeres somos vistas como unos seres que inducimos al pecado y nuestro cuerpo es pura lujuria (en unos lugares en mayor medida que en otros).
Incluso la sociedad más igualitaria que pueda existir actualmente no se libra del sexismo y de los micromachismos y a las pruebas que a continuación voy a exponer me remito.
Hace pocos días vi unos carteles a modo de protesta por la censura del pecho femenino en las redes sociales. En estos aparecían varias mujeres desnudas, pero en lugar de mostrar sus propias tetas, enseñaban pectorales de hombre.
La protesta consistía en que si publicabas una imagen de una mujer sin camiseta te la eliminaban de inmediato de la página, mientras que no ocurre lo mismo con una fotografía de un hombre sin camiseta.
Viendo esto, decidí hacer la prueba por mí misma y publiqué esta imagen en una red social concreta.


Me la eliminaron en varias ocasiones hasta que publiqué la misma fotografía pero retocada, de tal modo que utilicé unos pectorales masculinos de una imagen aleatoria.






Para mi sorpresa (o no tanta, sabiendo cómo funciona esta sociedad), con este retoque sí me permitieron conservar la imagen.

Juzgad vosotros mismos.

*Lilith*

2 comentarios:

  1. Y lo peor de todo esto es que somos las mujeres las que nos seguimos imponiendo toda esa mierda machista. Por mi experiencia y cómo he visto que se comportan las chicas... No paramos de intentar destrozarnos las unas a las otras. Hablando con mi chico de este tema salió lo burras que somos entre nosotras, en plan de que si una chica va a una fiesta con la misma camiseta o vestido que otra, se pillan un cabreo monumental, mientras que si un chico coincide con otro que lleva su misma camiseta... vamos, la fiesta está asegurada, menuda alegría que se pegan...

    Estoy totalmente de acuerdo con tu entrada... Tenemos un burka bien gordo y muchas sin que se den cuenta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes toda la razón, Cristina, muchas veces son las propias chicas quienes critican la forma de vestir de otras. Todo eso es por la educación machista que nos inculcan desde pequeñas, algunas somos capaces de darnos cuenta con el tiempo y otras por desgracia no se dan cuenta de lo machistas que pueden llegar a ser, más aún incluso que algunos hombres.
      ¡Un saludo!

      Eliminar