domingo, 24 de abril de 2022

Viajes por la memoria

Hace unos meses, en un rato libre del que disponía, me entró la curiosidad por leer conversaciones antiguas de mi cuenta de Facebook. Algunas tenían ya 10 años o incluso más, y me sorprendí al descubrir que dicha práctica me resultaba bastante interesante pese a que, en ocasiones, encontraba diálogos referentes a situaciones complicadas o dolorosas.


Algunas personas me comentaban que no se veían capaces de hacer esto, y ciertamente es comprensible no querer remover ciertos recuerdos, pero al fin y al cabo es algo que ocurrió y no podemos borrarlo por mucho que tratemos de ignorarlo.


Aprendemos historia en buena parte para comprender el contexto sociohistórico en el que vivimos y aprender de los errores que se cometieron en el pasado, con el fin de que éstos no se repitan o, en el caso de así sea, tener las herramientas adecuadas para darle solución lo antes posible.


No hace mucho encontré una viñeta en una red social que resumía a la perfección el por qué de ese afán de conservar conversaciones y fotografías antiguas: son fragmentos de nuestra memoria.


Contemplar una fotografía siendo feliz de fiesta con tus amigas o en un viaje con tu pareja, o rememorar una conversación contando tus problemas a alguien de confianza, es lo más parecido a viajar al pasado que podemos experimentar. Y del mismo modo que estudiamos la historia para no repetir los errores de nuestros antepasados, considero que rememorar anécdotas nos permite recordar por qué somos como somos, cómo hemos llegado al punto en el que nos encontramos en la actualidad y analizar la situación desde la posición de alguien que con el transcurso del tiempo ha añadido experiencias y sabiduría y se ha transformado en alguien distinto de la persona que escribió esos mensajes o sonreía en esas fotografías.


Viajar a los retazos ocultos de la mente es autoenseñanza y autoaprendizaje al mismo tiempo. Observar las cosas con la frialdad que te proporciona el transcurso de los años, te permite visualizar y entender detalles que en su momento pudieron pasar por alto y dar o quitar valor a ciertas cosas, y a su vez te vuelves más consciente de aquellas versiones de ti misma que quieres potenciar y de cuáles te quieres deshacer para no repetir errores y construir una mejor versión de una misma para los años venideros.


*Lenore Lenoir*

No hay comentarios:

Publicar un comentario