jueves, 11 de junio de 2015

Mundial de fútbol 2015 ("el otro" mundial)

Junio es el mes de las deportistas españolas. Por un lado, están debutando un mundial de fútbol que comenzó el pasado 6 de junio; y por otro lado, ha dado comienzo hoy el Eurobasket.

Hacía tiempo que dejaron de interesarme incluso las competiciones más importantes de la selección masculina de fútbol, ya que no soy especialmente aficionada a este deporte; sin embargo, nunca había visto jugar a la selección femenina y pensé que su primer partido y su estreno en un mundial sería la ocasión perfecta para verlas.

Reconozco que una de las principales razones por las que me animé a engancharme a un partido fue por empatía o sororidad, llamadlo como queráis. Empatía porque ellas no cuentan con los mismos recursos que sus compañeros masculinos, y a pesar de ello han conseguido clasificarse para un mundial; y es que lo que mucha gente no sabe es que ellas no son profesionales (legalmente sólo puede constituirse como profesional una de las selecciones o equipos), pero algunos de los equipos contra las que tendrán que competir sí están reconocidas como tales. 

Tampoco han tenido el respaldo de grandes patrocinadores que las hayan visibilizado a bombo y platillo en vallas publicitarias y demás medios de comunicación, por lo que la vida de la sociedad sigue con total normalidad. Nada de banderas patrias colgando de los balcones, ni orgullo español, ni los bares llenos el pasado martes cuando jugaron ellas, ni pitidos o cohetes cuando metieron gol (un señor golazo, cabe mencionar). Absolutamente nada. 

Para rematar, el estadio (de césped artificial, no vayas a pensar que se estiraron los bolsillos) estaba prácticamente vacío, tan vacío que sentí pena por ellas, por lo poco valoradas que están (¿qué dices, loca? ¡Si ya vivimos en igualdad!); lo peor es que probablemente estarán acostumbradas a eso, o tal vez eso sea la máxima audiencia que verán en sus vidas. 

Una pena, porque en este primer partido no defraudaron. Empezaron fuerte, con ganas de comerse el estadio, atacaron y pelearon como las luchadoras que son, y demostraron que merecían estar en este mundial. 

Yo no puedo obligar al vecindario a que cuelgue banderitas, pero sí puedo aportar mi granito de arena visibilizándolas en mi casa y/o en mis redes sociales, aunque no sea futbolera. Ahora, a esperar el próximo debut y confiar en que tendremos a la Selección Española jugando por mucho tiempo (y probablemente también me anime con el europeo de baloncesto).


*Lenore Lenoir*

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